
Muchos de nosotros, en algún momento de la vida, nos hemos visto en esa situación en la que, por alguna razón, te ves a las puertas de un viernes sin gente con la que salir y, armándote de valor te decides a salir de fiesta solo:
“¡Qué va! Esta noche tengo plan de estudio para los finales”; “Ufff, hoy nada, tengo la noche apalabrada con María para vernos la última temporada de Dawson Crece”; “Estoy malísimo, voy tanto al baño que hasta he decidido ponerme pañales”; “Paso de tu plan”; “Me caes mal”; “Yo ya no salgo”; “Hace frío”; “Hace calor”; «No sé quién eres»…
Las razones de tus amigos pueden ser verdad, puede que sean excusas o, puede ser, que no tengas amigos. Sea como fuere hoy vamos a hablar de salir de fiesta solo, de sus ventajas e inconvenientes.
El tabú social
Existe cierto tabú que engloba una idea tan sencilla como la de salir de fiesta solo. Le rodea un halo de incomodidad extraña parecida a la de volver de la compra con un paquete de papel higiénico a la vista: sí, le estás diciendo al mundo que vas al baño regularmente, ¿y qué? Pues con lo de salir solo pasa un poco lo mismo, pero lo que queda claro es que rompiendo ese primera barrera generada por tu propia cabeza, al final te vas a aficionar y te convertirás en pionero de una moda que llegará pronto.

Ojo, no estamos hablando de celebrar tu cumpleaños en soledad, con una vela plantada bajo la harina y la levadura de una triste magdalena, auto-cantándote el cumpleaños feliz y yendo a un local lúgubre… ¡No! Hablamos de un finde cualquiera que por alguna razón te has visto con muchas ganas de salir pero sin nadie al que agarrarte.

Algún consejo a la hora de salir de fiesta solo
Probablemente notes cierta inseguridad nada más salir de casa dirigiéndote al primer bar a tomarte la primera, tranquilo, es normal. Hay que intentar actuar como si estuvieses cómodo y no manifestar ni exponer esos miedos que te corroen por dentro. Para ello tienes que actuar con normalidad, es decir ni ocultarte en un rincón para que nadie te vea ni tampoco intentar hacerte el dueño de la noche nada más entrar.
Probablemente haya gente (de mente cerrada herméticamente) que intenten colgarte el cartel de antisocial, loco, peligroso, raro… Pasa, el problema es suyo.
Naturalidad es el ingrediente básico para que la noche empiece bien.

Ventajas de salir de fiesta solo
Salir de fiesta solo te va abrir la mente por diversas razones:
- En primer lugar porque te vas a conocer un poco más ya que vas a hacer cosas que en otra situación no harías. Te estás poniendo a prueba y te vas a sorprender a ti mismo.
- Vas a conocer gente nueva, gente que, en este momento de sus vidas le tienen el mismo aprecio que tú a la buena fiesta. Piensa que, mientras tú disfrutas, tus amigos siguen encerrados en el salón bajo el resguardo de sus mantas y pantuflas.
- Déjate llevar y conoce locales nuevos: gastrobares, locales donde fumar shisha u otros bares que de otra forma jamás frecuentarías. Es una realidad el hecho de que, al final, solemos salir con la misma gente y siempre acabamos yendo a los mismos sitios… Salir solo rompe esa tendencia.
- Vas a disfrutar. ¿Cuál es la alternativa? Quedarte en casa viendo ‘El Diario de Bridget Jones’ lamentando tu situación y pensando que te estás perdiendo algo… La alternativa no es una opción.
- Si te apetece, ligarás. Cuando sales con tu gente, siempre hay alguno o alguna que es infinitamente más atractiv@ que tú por lo que la mayoría de noches te vuelves a casa tal y como saliste, sol@ y amargad@. Pero, cuando lo haces en solitario, tus opciones se disparan por la falta de competencia.
